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La disfunción sexual

El término de disfunción sexual abarca cualquier problema que se produzca en alguna de las etapas de placer del acto sexual (deseo, excitación, orgasmo y resolución) que impida que uno o los dos miembros de la pareja disfruten en plenitud del mismo y pueden producirse por causas físicas, psicológicas o de ambos tipos.

La disfunción sexual se clasifica en cuatro categorías:

Trastornos del deseo sexual. Causas:

• La disminución de producción de estrógenos y testosterona en la mujer y de esta última hormona en el hombre.
• Cansancio.
• Edad.
• Embarazo.
• Ciertos medicamentos.
• Enfermedades como la depresión y la ansiedad.
Disfunción sexual

Trastornos de la excitación sexual. Se refieren a sentimientos de rechazo al contacto sexual, ya sea con la propia pareja como en términos generales. La disfunción eréctil es la manifestación más característica entre los hombres. pero en ambos sexos lo habitual es la ausencia de excitación y obtención de placer en la relación sexual. A parte de problemas psicológicos y de relación entre la pareja, también puede haber causas orgánicas, tales como:

• Problemas en la circulación de la sangre.
• Enfermedades crónicas (por ejemplo, diabetes).
• Sequedad vaginal.

Trastornos del orgasmo. Se concretan en el retraso o ausencia del orgasmo aún cuando la relación sexual sea normal en todas sus etapas; y puede ocurrir tanto en hombres como en mujeres. Puede deberse a enfermedades concretas, pero también a la toma de antidepresivos o aspectos psicológicos.

Trastornos de dolor sexual. Prácticamente afectan únicamente a la mujer y los más frecuentes son:

• La dispareunia, que es una relación sexual dolorosa causada habitualmente por la sequedad vaginal, aunque puede deberse a anomalías de los ovarios o la pelvis.
• El vaginismo, consistente en un espasmo involuntario de la musculatura de la pared vaginal que interfiere con la relación sexual.

El abuso del alcohol, el tabaco y las drogas también son causa frecuente de la disfunción sexual.

El tratamiento dependerá siempre de la causa que ocasiona la disfunción sexual y será el médico quien indique cuál es el más adecuado, cuando su origen sea fisiológico. También podrá recomendar una terapia de pareja o el apoyo psicológico cuando el origen no sea físico.
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Anorgasmia: incapacidad de alcanzar el orgasmo

La anorgasmia es una disfunción sexual por la que las personas que la sufren se ven incapacitadas para alcanzar el orgasmo durante sus relaciones sexuales e incluso mediante la masturbación. Es más frecuente entre las mujeres que en los hombres, dado que en estos el diagnóstico es mas complejo, ya que no se debe incluir en esta definición la disfunción eréctil o tener problemas de eyaculación, pues el orgasmo masculino no debe tomarse como un sinónimo de eyaculación. También hay que tener en cuenta que en el caso de la mujer la anatomía de los órganos sexuales es más compleja que la del hombre.

Los estudios realizados determinan que únicamente un tercio de las mujeres afirma alcanzar el orgasmo con regularidad, mientras que entre un 5 y un 10% nunca lo han experimentado. La anorgasmia puede ser:

Primaria: siempre ha estado ahí.
Secundaria: tras un periodo de normalidad en el que se alcanza el orgasmo con regularidad, deja repentinamente de lograrse.

También puede clasificarse como:
Absoluta: cuando no se consigue el orgasmo en ninguna circunstancia.
Relativa: cuando únicamente se obtiene de una forma determinada.
Situacional: si se logra el orgasmo sólo en circunstancias muy concretas.
Causas de la anorgasmia

Algunos factores que pueden estar en el origen de la anorgasmia son:

• La toma de ciertos medicamentos, como los antidepresivos.
• Problemas psicológicos.
• Déficit de testosterona.
• Enfermedades del aparato circulatorio, endocrinológicas, ginecológicas o neurológicas.

Tampoco debe olvidarse una deficiente formación e información sexual, así como la falta de comunicación con la pareja como origen del problema. Lo cierto es que apenas el 5% de los casos de anorgasmia tienen una causa orgánica identificable.

En cualquier caso, la anorgasmia tiene tratamiento y éste resulta eficaz en el 95% de los casos.

Algunas de las vías terapéuticas disponibles son:

• Eliminar las actitudes negativas y prejuicios en torno a la sexualidad y el orgasmo.
• Mejorar la comunicación con la pareja.
• Desarrollar habilidades sexuales.
• Rrealizar ejercicios específicos para esta disfunción sexual.
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¿Qué es la vasectomía?

La vasectomía se realiza mediante una intervención quirúrgica muy sencilla que se practica con anestesia local. Consiste en hacer dos pequeñas incisiones en el escroto con el fin de cortar los dos conductos deferentes, impidiendo así que los espermatozoides producidos en los testículos no puedan llegar al líquido seminal que se genera en las glándulas seminales y la próstata. Se seguirán produciendo espermatozoides, pero al no tener una salida natural serán absorbidos por el organismo, de modo que en la eyaculación sólo habrá líquido seminal.

No obstante, conviene señalar que tras la realización de la vasectomía aún habrá espermatozoides circulando en el líquido seminal, por lo que la esterilización total no será real en tanto que no se eliminen. Harán falta unas 20 eyaculaciones para que esto ocurra, por lo que será necesario utilizar otro método anticonceptivo durante unos días.

Este método de esterilización masculina es muy segura y apenas tiene complicaciones. es normal que aparezca una pequeña inflamación en la zona de las incisiones y en algunos casos un ligero hematoma. En muy pocos casos (0,4%) puede producirse la recanalización de los conductos deferentes, por lo que será necesaria un seguimiento médico durante los primeros meses con el fin de detectarlo en caso de que ocurra.
qué es la vasectomía

Es importante que antes de someterse a una vasectomía el hombre o la pareja tengan claro que no quieren tener más hijos, pues se trata de un método anticonceptivo definitivo, a pesar de que puede revertirse en algunos casos mediante microcirugía (la intervención se denomina vaso-vasostomía).

Hecha esta salvedad, la vasectomía es un método anticonceptivo que ofrece muchas ventajas, tanto para el hombre como para la mujer. A parte de su elevada fiabilidad evita los riesgos que para la mujer implican el uso de otros métodos, como es el caso, por ejemplo, de los efectos adversos de los anticonceptivos orales o de la ligadura de trompas, que implica una cirugía abdominal con anestesia general y, por tanto, con mayores riesgos y un proceso postoperatorio más doloroso y lento.

Además, la vasectomía no afecta en absoluto a la sexualidad del hombre. Al contrario, puede disfrutar más de ella, especialmente por la tranquilidad que supone saber que no podrá producirse un embarazo y eliminar la necesidad del preservativo cuando se tiene una pareja estable.
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¿Qué es un orgasmo?

El orgasmo es la culminación de una relación sexual, un clímax que produce una sensación de liberación repentina y placentera de la tensión acumulada desde el momento en que se inicia la fase de excitación. Es en ese momento en que se generan una serie de espasmos musculares intensos que resultan altamente agradables, a lo que ayuda la liberación de endorfinas que se produce de forma simultánea.

Las mujeres experimentan el orgasmo de maneras diferentes, aunque por lo general éste se caracteriza por el hecho de que la aceleración del ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea alcanzan su cota más elevada y la vagina, el útero, el ano y los músculos pélvicos se contraen entre cinco y diez veces a intervalos de menos de un segundo. No obstante, algunas mujeres pueden sentir el orgasmo en todo su cuerpo e incluso orgasmos múltiples.
 

El orgasmo

En el caso de los hombres hay que tener en cuenta que eyaculación y orgasmo no son los mismo. De hecho, se puede eyacular sin experimentar el orgasmo. Al igual que en las mujeres, con el orgasmo, el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea se aceleran al máximo y se producen contracciones musculares del área de la pelvis, así como de la próstata y las vesículas seminales para producir la expulsión del semen.

El orgasmo apenas dura unos instantes y después se entra en lo que se conoce como fase de resolución en la que se produce una relajación general de todo el cuerpo, la normalización de la circulación sanguínea y la respiración, y con ello una sensación de gran placidez, cansancio e incluso somnolencia.

La falta de control sobre la eyaculación, como es el caso de la eyaculación precoz, puede hacer que el hombre no pueda alcanzar el orgasmo. Del mismo modo, muchas mujeres confiesan no alcanzarlo de forma habitual e incluso nunca (anorgasmia). Es muy importante que la pareja hable de ello, pues la experimentación y la información podrán mejorar su práctica sexual y aprender a controlar la eyaculación en el caso del hombre y a potenciar su excitación en el de la mujer. La terapia de pareja puede ser una buena opción para resolver esta disfunción sexual.
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El ciclo de respuesta sexual

El ciclo de respuesta sexual es la manera en que reacciona el cuerpo ante la estimulación desde el inicio de una relación sexual o la masturbación y que este expresa en forma de placer. Se puede producir incluso cuando se está dormido.

El ciclo de respuesta sexual se desarrolla en cinco fases diferentes: deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución.

Deseo. Los estímulos que generan el deseo pueden ser muy variados: un roce, con la piel del otro, el perfume, una mirada sostenida, el tono de la voz … pueden suscitar el deseo de mantener una relación sexual con otra persona. Por supuesto, también la imaginación y los pensamientos eróticos pueden despertar esta necesidad o la de masturbarse.

• El siguiente paso del ciclo de respuesta sexual es la excitación. No es más que la forma que tiene el cuerpo de responder al deseo y que induce la liberación de feromonas, cuyo olor imperceptible incrementa el sentimiento de atracción por la otra persona. Con la excitación se aceleran el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea, al tiempo que los músculos se tensionan. En la mujer se agrandan los pechos y los pezones se ponen erectos, se hincha levemente el clítoris y los labios interiores de la vagina, separándose los labios exteriores, al tiempo que la vagina comienza a humedecerse y el útero se eleva un poco en relación a su posición habitual. En el hombre también los pezones se ponen erectos y se endurece el pene, se engrosa el escroto y se elevan los testículos.
Ciclo de respuesta sexual

• La fase de excitación puede abandonarse o hacerla durar tanto como se quiera antes de iniciar la fase de meseta en la que la excitación se intensifica mediante la estimulación física de las zonas erógenas y la penetración. Se puede controlar su duración con diferentes técnicas, especialmente haciendo pequeñas pausas de relajación, pero, en cualquier caso, se caracteriza porque el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea se aceleran aún más, al igual que la tensión muscular. En la mujer aumenta la lubricación vaginal, se agranda la areola de los pezones, el clítoris se esconde bajo el capuchón que forman los labios exteriores y se oscurecen los labios interiores. En el hombre también se humedece el pene y se agrandan el glande y los testículos.

• La acumulación y contención de la tensión sexual y muscular tanto como sea posible permite intensificar la satisfacción del orgasmo, pero también puede llegar a ser incluso más satisfactoria que éste. El orgasmo es la explosión final en la que se libera toda esa tensión acumulada en la fase de meseta y en la que el cerebro libera una carga de endorfinas que intensifican la sensación de placer. Es el momento en que el ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea alcanzan su máxima aceleración y se producen intensas contracciones musculares, especialmente en la zona de la pelvis; en las mujeres la vagina, el útero, el ano y los músculos pélvicos; mientras que en el hombre los hacen la uretra y el ano, además de la próstata y las vesículas seminales para inducir la eyaculación.

• La fase orgásmica es la más corta de todas las fases del ciclo de respuesta sexual y da paso a la llamada fase de resolución, en la que el cuerpo recupera el estado en que se encontraba antes de la fase de excitación. El ritmo cardíaco, la respiración y la presión sanguínea descienden incluso por debajo de los valores normales; suda todo el cuerpo; y, tras la liberación de la tensión sexual, los órganos genitales de ambos recuperan su expresión de normalidad.

Hay que decir que el placer que se experimenta con el ciclo de respuesta sexual es muy saludable, tanto desde el punto de vista físico como emocional. Ayuda a dormir mejor, a eliminar el estrés y la tensión, a mejorar el estado físico, a envejecer mejor y a mantener un estado general saludable.
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